Creemos en someternos a la voluntad de Dios, buena y perfecta, y en vivir en santidad como Jesús, guiados por el Espíritu Santo. A través de Jesús, cumplimos el plan de Dios: adorarle, crecer en su casa, adoptar el carácter de Cristo y servir a otros. La Biblia, inspirada por el Espíritu Santo, es nuestra autoridad y guía. Hay un solo Dios en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El pecado nos separó de Dios, pero Jesucristo, Dios hecho humano, nos reconcilia con Él. La salvación es un regalo divino, obtenido al confesar a Jesús como Señor y creer en su resurrección. El arrepentimiento y la santificación son procesos continuos. El bautismo en agua y en el Espíritu Santo son pasos esenciales en nuestra fe, con el bautismo en lenguas como una posible evidencia. Ejercitamos los dones del Espíritu, incluyendo sanidad y milagros. La victoria de Jesús en la cruz nos libera y nos llama a compartir el evangelio. Nuestra iglesia busca atraer a Cristo, formar su carácter en los creyentes, equiparlos para servir y vivir en adoración. Creemos en el cielo para los creyentes y en el infierno para los que rechazan a Jesús. Jesús volverá como prometió.